I got a war on my mind
2014年12月24日水曜日
All the pretty stars shine for you, my love, am I the girl that you dream of?
All those little times you said that I'm your girl, you make me feel like your whole world.
I'll wait for you, that's all I do, don't come through, you never do.
Don't say you need me when you're leaving, you leave again, don't say you need me then, you leave last, you're leaving, I can't do it, I can't do it, but you do it best.
All those little times you said that I'm your girl, you make me feel like your whole world.
I'll wait for you, that's all I do, don't come through, you never do.
Don't say you need me when you're leaving, you leave again, don't say you need me then, you leave last, you're leaving, I can't do it, I can't do it, but you do it best.
Pero sin embargo y ante todo, debo darme cuenta, de que nada abastece tanto mi sentir como lo has hecho tú siempre. De una razón más tangible de la que llevase a cualquier ser humano a permanecer absuelto en los días y el bienestar que les infunde la profecía apresurada del futuro. Estar rodeado a sí mismo, de mentes cabalmente ignorantes de aquel idioma confeccionado para amedrentar la pasión y el sentir que la humanidad ha expresado durante años, incluso revocando a su propio nacimiento. Esa liturgia que otorga redención y educación a aquellos que aparentemente lo tienen todo o quienes no poseen nada, esa madre que no juzga jamás a quién la adora y procura.
En palabras más sensibles y menos elaboradas, confesar ante la inmesurada conmoción que me exprime el alma que te he extraño y deseado siempre, como a nadie y como a nada. Con lagrimas y sollozos, desprecios y agonías, pero más que nada, paz y pasión inherente. Nadie me conmueve tanto como tú, ni tampoco nadie me hace cuestionar de esta forma mi posición en este mundo. ¿Podría yo vivir ignorando este amor que me palpita con tanta fuerza? ¿traicionar a mi propio espíritu en el olvido evocado en tu solo nombre eminente?, o aceptar por fin que sin ti mi vida pierde su gracia, brillo y sensatez, y se convierte tristemente en nada especial.
Y Orfeo decía: ‘‘¿Que hare sin Euridice? ¿A dónde iré sin mi amor?’’
Lo mismo me pregunto de ti, suplicando a Dios que no te aparte de mi nunca, como último deseo incluso lo ruego e imploro, apiádate de esta alma de quien su único vinculo a la eternidad eres tú, el único y más hermoso recuerdo de dicha, el énfasis de una muerte prematura y el renacimiento del ser; Lo más cercano a la divinidad y a un dios piadoso.
Permíteme vivir con este recuerdo hermoso que es tu voz, tu enseñanza, tu trascendencia que se quedo plasmada profundamente en mi y en el mismo universo. Y aún también egoísta y vehementemente, deseo con tanto ímpetu ser yo quien trascienda en ti, no morir en tu olvido ni en la ingratitud, tampoco desfallecer en la demencia incierta que eso conlleva, ser reconocido por un instante en tus ojos, dulces e inmortales, secuéstrame una vez más y no me dejes libre nunca de tu encanto, porque ese día que tu canto no me alcance más y tu mirada me rechace, decaerá en mi todo fragmento de virtud y esperanza; Me habré convertido así, en un desdichado más que adolece el error de jamás haber conocido en su vida, la bendición del arte.
En palabras más sensibles y menos elaboradas, confesar ante la inmesurada conmoción que me exprime el alma que te he extraño y deseado siempre, como a nadie y como a nada. Con lagrimas y sollozos, desprecios y agonías, pero más que nada, paz y pasión inherente. Nadie me conmueve tanto como tú, ni tampoco nadie me hace cuestionar de esta forma mi posición en este mundo. ¿Podría yo vivir ignorando este amor que me palpita con tanta fuerza? ¿traicionar a mi propio espíritu en el olvido evocado en tu solo nombre eminente?, o aceptar por fin que sin ti mi vida pierde su gracia, brillo y sensatez, y se convierte tristemente en nada especial.
Y Orfeo decía: ‘‘¿Que hare sin Euridice? ¿A dónde iré sin mi amor?’’
Lo mismo me pregunto de ti, suplicando a Dios que no te aparte de mi nunca, como último deseo incluso lo ruego e imploro, apiádate de esta alma de quien su único vinculo a la eternidad eres tú, el único y más hermoso recuerdo de dicha, el énfasis de una muerte prematura y el renacimiento del ser; Lo más cercano a la divinidad y a un dios piadoso.
Permíteme vivir con este recuerdo hermoso que es tu voz, tu enseñanza, tu trascendencia que se quedo plasmada profundamente en mi y en el mismo universo. Y aún también egoísta y vehementemente, deseo con tanto ímpetu ser yo quien trascienda en ti, no morir en tu olvido ni en la ingratitud, tampoco desfallecer en la demencia incierta que eso conlleva, ser reconocido por un instante en tus ojos, dulces e inmortales, secuéstrame una vez más y no me dejes libre nunca de tu encanto, porque ese día que tu canto no me alcance más y tu mirada me rechace, decaerá en mi todo fragmento de virtud y esperanza; Me habré convertido así, en un desdichado más que adolece el error de jamás haber conocido en su vida, la bendición del arte.
2014年12月20日土曜日
Había un deshielo dentro de mi, ...
Pero yo juzgue a mi sucesor, tanto como fui juzgada yo, sin detenerme un momento a pensar en mis acciones.
Se entrelazo la historia en mis manos, y a ti que adoré con tanto fervor, te desprecio con violento olvido. Nada puede hacerme daño si no finjo cortesía, porque las palabras están gastadas al igual que mi agonía.
Es absurdo el recordar quien solía ser, porque el luto que me embarga no toca fondo ni muere atormentado nunca.
Pero yo juzgue a mi sucesor, tanto como fui juzgada yo, sin detenerme un momento a pensar en mis acciones.
Se entrelazo la historia en mis manos, y a ti que adoré con tanto fervor, te desprecio con violento olvido. Nada puede hacerme daño si no finjo cortesía, porque las palabras están gastadas al igual que mi agonía.
Es absurdo el recordar quien solía ser, porque el luto que me embarga no toca fondo ni muere atormentado nunca.
La he matado
Porque quizá no la cuide bien, o porque
quizá la cuide demasiado, entre el alcohol y los químicos se corrompió su
voluntad, ¿revolución lapislázuli? ¿a dónde se ha ido tu hija?. La mate, la
matamos, entre tú y yo, cómplice de mi silencio, violentaste su existencia de
turquesa a carmín
Algunas veces con cada mes que pasa
recuerdo su voz, sus ideas, su juventud. De luto esta mi vida sin la causante
de mi amor, vacía mi existencia ingrata, solemne e insensata. Pero nadie la
recuerda, fue pasajera, dejo un estrago en mi, ahogándome a voluntad, la mujer
más hermosa de sublime andar.
Ahora que no está, la recuerdo en su
música, en su arte obsoleto. Escucho en mi enajenación su presencia, pero no
soy más que un imitador de su existencia. ¿Volverás?, ¿u otra vez tendré que
sufrir este amargo duelo?, ¿estás ahora por fin feliz? junto a mi madre en el
cielo, ¿sonríes más? ¿cómo es allá? ¿es cómo lo anhelabas, cómo lo imaginamos?
Si por fin tienes paz, entonces te dejaré
ir, y rogaré al cielo que por favor no vuelvas jamás a este infierno. Sé feliz
mi amor.
Me
hacían sentir un poco hermosa, un poco comprendida. Apegada tanto a un síntoma
más que a la misma enfermedad, un recordatorio de mi humanidad, de mi demencia
hueca. Un espasmo en mi albedrío, adicta del olvido. Cuando las veía adornando
mi piel, de rosas carmín o galaxias infinitas, me sentía tranquila cubierta del
manto falso que me brindaba el conocimiento de saber que no era estúpida como
decían algunos, más bien estaba enferma o un poco incomprendida. "No seas
tonta" ni siquiera sabía si lo era, ¿desde cuándo lo soy?, ¿desde cuándo
estar alterada, enferma era ser tonta? Primero era tonta por llorar, ahora soy
tonta por sentir. Entonces me di cuenta, tal vez no he tenido buenos amigos.
2014年9月7日日曜日
2014年9月5日金曜日
Así como los habitantes de aquel pueblo lloraban a los héroes
caídos, a la injusticia y al romanticismo que con fuerza se incrustaba en las
falacias; Así lloraba en mi aquel síntoma, me consumía en mi presente porque mi
pasado estaba roto. Recordaba la verdad, estaba atrapada en memorias olvidadas,
en sinestesias, en estaciones febriles. Si escapaba alguna vez perdería mi
sentido, porque la agonía que me infringía no conocía razones, era burda, sin sentido.
Al igual que aquella madre en sollozo, se maltrataba el sentir de un pasado
lejano, cientos o más años que tornaban decadente el presente ambiguo, así me sentía
yo, castigada y atrapada por algo más allá de mi entendimiento, de mi control.
2014年6月8日日曜日
Debo confesar que las últimas entradas (13 o no sé cuantas, no las conté...) no recuerdo haberlas publicado... supongo es malo entrar aquí cuando no me encuentro en mis cinco sentidos. Son borradores con muchos errores que nunca arregle, supongo que no me importo mucho no es como si alguien me leyera o algo así, ja-ja-ja. Quizá después los arregle para que haya valido la pena al menos mostrarlos al mundo...
2014年5月18日日曜日
En el profundo mar de la inconciencia.
15 de Noviembre de 1911
Oscurecia en el ocaso de mis años y mis horas, aquel 23 de Abril se consumia en mi existencia el deshielo atroz que traía consigo el Arcangel caido de la muerte, Azrael.
Consumiendose y extendiendose como un vortice infinito, cada oración pronunciada carecia ya de importancia, inclusive los acordes, regalos celestiales e invisibles consuelos para el alma atormentada, eran faltos de armonia.
Fue entonces, madre mía, que me embelece en el subyacente delirio que prometia tu fe, critica y trascendental, pero eternamente cierta y revozante de bondad.
Como un solemne himno, deje que consumiera mi ser. Las personas dejaron de poseer identidad, se volvieron cristal translucido intocable, un intento fallido de epifania, un anagrama inverso de dudosa solución, el error mas fatal de su arrogante deidad.
¿Pero de quién era el nombre que romperia tu inquisición?
Rebeldía y redencion mancharon de carmín las pupilas de la mujer que vivía en mis más profundos sueños; Elizabetha, su risa se habia convertido en la unica resonancia que albergaba en mi locura como burlesca adoración, el unico sonido que desafiaba el penumbral silencio que se ahogaba en la muerte, el más profundo e indeseable horror.
15 de Noviembre de 1911
Oscurecia en el ocaso de mis años y mis horas, aquel 23 de Abril se consumia en mi existencia el deshielo atroz que traía consigo el Arcangel caido de la muerte, Azrael.
Consumiendose y extendiendose como un vortice infinito, cada oración pronunciada carecia ya de importancia, inclusive los acordes, regalos celestiales e invisibles consuelos para el alma atormentada, eran faltos de armonia.
Fue entonces, madre mía, que me embelece en el subyacente delirio que prometia tu fe, critica y trascendental, pero eternamente cierta y revozante de bondad.
Como un solemne himno, deje que consumiera mi ser. Las personas dejaron de poseer identidad, se volvieron cristal translucido intocable, un intento fallido de epifania, un anagrama inverso de dudosa solución, el error mas fatal de su arrogante deidad.
¿Pero de quién era el nombre que romperia tu inquisición?
Rebeldía y redencion mancharon de carmín las pupilas de la mujer que vivía en mis más profundos sueños; Elizabetha, su risa se habia convertido en la unica resonancia que albergaba en mi locura como burlesca adoración, el unico sonido que desafiaba el penumbral silencio que se ahogaba en la muerte, el más profundo e indeseable horror.
21 de Enero de 1892
La doncella que deseaba nunca despertar, y los dos mil ciento tres amaneceres.
Lo cierto era solo un escaso reflejo de lo correcto, caminando minutos y años hacia un ideal en desgracia, costaba incluso desfallecer. Pero en lo alto de la torre encadenada al bullicio terrenal, vivía la mujer dueña del astro sol, quien reflejaba en su existencia la mas radiante y enternecedora melodía, un epitafio de redención. ¿Podría perdonarme incluso a mi misma?
Y ella me encantaba, me encantaba con su simple existencia, tanto que pronto se convirtió en el pensamiento primo ante la incertidumbre del tiempo y el despertar de la adoración.
Porque describir sus ojos, era describir al universo, palabras mortales, perdidas e insuficientes no bastarían jamás. Su belleza humana maravillaba excelso mi ser, y su nombre era apenas comparable a la más hermosa y genial manifestación de sonidos, una sinfonía incompleta que fue olvidada en su apenas primer despertar - ¿Quién osa subyugar mi sueño? - Exclamaba al ser invocado el acorde menor de la quinta jerarquía tonal que albergaba en las silabas del nombre que le fue dado. - Nadie, aquí no existe nadie - Respondió en sincopia el eco de una voz desconocida y desconsolada.
Porque para hablar con ella había que adorar el silencio, para entenderla, amar el olvido. Su corazón se encontraba sumido en un profundo sueño, donde su alma y pensamiento fue llevado incluso a otro mundo alterno, tan lejos de mi, tan lejos que sentía morir. Y así pasaban mil aves pasajeras ante mis ojos, robando y otorgando sentimientos, algunos de ellos inclusive a la más pequeña y noble de ellas regale. Había sido mancillada por la fugaz melancolía que inspiraba, y anestesiada durmió así por fin con ella mi razón.
¿Cómo es que hemos llegado tan lejos? Tocaste mi mano y encendiste el auto, y por primera vez en mi vida, estoy llorando. ¿Estamos en el espacio?, ¿Pertenecemos a él? Y al igual que las estrellas nos quemaremos a millones de kilometros.
Soy una estrella, eres una estrella, nos ordenaron ser quemadas, alguien entrego y se llevo las direcciones de nuestros encuentros, han cubierto nuestros ojos y no nos vemos una a la otra, nos cerraron la boca, pero rompimos el hielo...
Soy una estrella, eres una estrella, nos ordenaron ser quemadas, alguien entrego y se llevo las direcciones de nuestros encuentros, han cubierto nuestros ojos y no nos vemos una a la otra, nos cerraron la boca, pero rompimos el hielo...
Habían pasado quizá, mil atardeceres, el tiempo y su bucle eterno no cesó incluso cuando cientos de almas lo rogaron, habíamos sido condenados a las garras que invocaba el universo.
Pero cerraba mis ojos aquella noche de verano, ignorando el bullicio en mi mente y el calor amargo que sugería la realidad, solo existía su esencia quien resonaba en mis memorias, sólo su mirada quien partía mi razón, su voz y el nombre de mi adoración.
Camino a pasos cortos, mi respiración me traiciona y prende un motor en mi, ¿qué decir?. Caen las luces ante mi tardío altar, las estrellas brillan en este mundo igual de hermoso que en el nuestro o tal vez más. Respiro hondo y contemplo la grandeza que me acoge, y en ese instante en el que me pierdo en ella tú haces presencia ante mi; Anneliese. Sí, ahí estas tú Anneliesse, preciosa y delicada como la brisa en un mes de abril, insegura y temerosa sin embargo, tu cabello oscilante me hipnotiza, y tus ojos perdidos y calmos me causan un estrago en lo mas profundo de mi alma, pauso mis pensamientos, el tiempo cae invicto y es tu mirada el único recinto de mi atención. ¿Qué es lo qué me has hecho? Por primera vez en mi vida me siento tan vulnerable.
Anne... -susurro al viento y tú me encuentras en la lejanía, tus labios no sonríen pero tu mirada irradia sosiego. Si pudiera morir en el lucero eterno de tus ojos, si pudiera renacer al unisono de tu voz, si pudiera tal solo beber de tus labios mi salvación, mi alma calmaría su dolor por un instante.
Abrió sus ojos, sus pupilas filtraron la luz del universo en un intenso suspirar, un ruido seco y desalentador surgió del umbral aun escaso que coexistía inexistente y nulo en un rincón, una alarma, un sigilo, una alerta, un amanecer.
Pensamientos transitorios inundaron su escasa lucidez y de pronto despertó al mundo de golpe. ¿Había melancolía en su existir? O quizá tan solo resquicios predominantes del mundo inexistente.
‘‘Si abría mis ojos, un nuevo despertar, si los cerraba, la muerte.’’
Matthew! -golpeo directo en su cabeza-
Pensamientos transitorios inundaron su escasa lucidez y de pronto despertó al mundo de golpe. ¿Había melancolía en su existir? O quizá tan solo resquicios predominantes del mundo inexistente.
‘‘Si abría mis ojos, un nuevo despertar, si los cerraba, la muerte.’’
Matthew! -golpeo directo en su cabeza-
Habia decaido por la llama universal del olvido, atravesando valles inmensos de palabras sordas y promesas ciegas, ¿hara tanto frio alla afuera/?, ¿ podría morir?
Pero el templete de mis pensamientos oscila, en lo alto del unisono sepistental, escucho la armonía del Re menor inconcluso, rezos y alabanzas, suplicas de piedad y olvido mismo a la vida, ¿había sido bendecida?, ¿o era un estado más de sus delirios...?
Pero el templete de mis pensamientos oscila, en lo alto del unisono sepistental, escucho la armonía del Re menor inconcluso, rezos y alabanzas, suplicas de piedad y olvido mismo a la vida, ¿había sido bendecida?, ¿o era un estado más de sus delirios...?
Y no es que ella refleje mi persona, al contrario, ella acontece directamente el poder cambiante del universo, ella fue elejida como una manifestación del ser, una personificación poética de la mente, eh ahí su protagonismo al residir en la principal fuente que decae en el subconsciente, sin ser ignorada por la razón, acojida con diplomacia, y reconocida por omisión.
Cada que un fragmento se rompe en mi, algo cambia indefinidamente en el mesías que fue enviado para cambiar a mi designio, lo que he creado, lo que he destruido...
Cada que un fragmento se rompe en mi, algo cambia indefinidamente en el mesías que fue enviado para cambiar a mi designio, lo que he creado, lo que he destruido...
Podía confiar en los colores del cielo, uno tras otro, enmendando atardeceres, creyentes y vastos, podían derrimir mi existencia, burda, incapaz. Complejo de inferioridad le llamaban, baja autoestima con estigma de descuido, cosas que tejen mentes infantes hasta colapsar en la amargura y tristeza de la adultez, ¿tienes tú la culpa? ¿o es mía y de nadie más?
Defecto era la sinceridad misma, la cruel amabilidad que desconfiaba no solo de mi misma, si no de quien en mi los ojos posaba, con interés, con desprecio, con curiosidad.
No entendía hasta ese momento, madre mía, creí al encontrarme con tu misericordia que quién mentía era la inherencia en mi, la más grotesca manifestación de virtuosidad, común y miserable. E injusticia fui al encontrar ante el gran Juez, tanto para mi como para la humanidad, mi hermandad, mi patria, olvidada también en el infructuoso abismo, mas sin embargo el demonio dio ignorancia, como una droga calmante a la opresión, y la profunda desdicha que embargaba a cada ser y ente.
¿Debo beber de ella?, ¿o aceptar mi final?
Sus ojos, madre mía, eran preciosos amaneceres dorados, con penumbras entintadas al alba dulce del candor inicial, y su talento volvía nulo a cualquier espectador, sonreía y paraba el mundo, se detenía el mismo Rey a contemplarla con alegoría. Pero su corazón como mi alma estaban tan dañados, que de nada servia tan sublime regalo celestial.
Ruega por nosotros, te pedíamos al unisono, ella y yo perdidas en el mundo, en sus lagrimas lapislázuli, ¿qué habíamos hecho mal? ¿quien nos hizo creer que semejante ofensa a la razón era lo correcto? ¿quien nos hizo creer que al final podríamos ser entendidas por nuestra falta de malicia? Nada justifica el acto cometido, ni las palabras, y yo quien no la tolero más, no espero tolerancia de nadie.
Defecto era la sinceridad misma, la cruel amabilidad que desconfiaba no solo de mi misma, si no de quien en mi los ojos posaba, con interés, con desprecio, con curiosidad.
No entendía hasta ese momento, madre mía, creí al encontrarme con tu misericordia que quién mentía era la inherencia en mi, la más grotesca manifestación de virtuosidad, común y miserable. E injusticia fui al encontrar ante el gran Juez, tanto para mi como para la humanidad, mi hermandad, mi patria, olvidada también en el infructuoso abismo, mas sin embargo el demonio dio ignorancia, como una droga calmante a la opresión, y la profunda desdicha que embargaba a cada ser y ente.
¿Debo beber de ella?, ¿o aceptar mi final?
Sus ojos, madre mía, eran preciosos amaneceres dorados, con penumbras entintadas al alba dulce del candor inicial, y su talento volvía nulo a cualquier espectador, sonreía y paraba el mundo, se detenía el mismo Rey a contemplarla con alegoría. Pero su corazón como mi alma estaban tan dañados, que de nada servia tan sublime regalo celestial.
Ruega por nosotros, te pedíamos al unisono, ella y yo perdidas en el mundo, en sus lagrimas lapislázuli, ¿qué habíamos hecho mal? ¿quien nos hizo creer que semejante ofensa a la razón era lo correcto? ¿quien nos hizo creer que al final podríamos ser entendidas por nuestra falta de malicia? Nada justifica el acto cometido, ni las palabras, y yo quien no la tolero más, no espero tolerancia de nadie.
lj
Después ya no sólo veía sus ojos carmín penetrando mi piel, también la sentía tan dentro de mis suspiros, latir al mismo tiempo que yo, su voz salia por mi garganta, sus notas altas, ¿por qué Elizabetha? ¿por qué estas condenada al igual que yo a no morir? Dejame Elizabetha, déjame vivir.
Fuego sucumbía en mi, furia indomable, necesidad de corromper cada pulso en la humanidad que aun me quedaba, destrucción propia decaída por la voluntad de tus memorias, ¿sufrías tanto mi amor? ¿tanto como para envenenar de odio tu existencia?
¿Quien? ¿quien te hizo esto Elizabetha?
Ya no podía ver tus cabellos oscuros caer sobre mi, pero tu risa la escuchaba en sintonia a mi presión sanguínea, ¿te burlas de mi?. Y todas esas palabras que nunca quise decir, todos esos actos que nunca quise cometer, toda esa violencia y destrucción que me emana de lo más profundo, fuiste tú, siempre fuiste tú... me decían que había caído en la locura, pero yo lo sabía,. ni la supuesta muerte que te redimió pudo acabar con tanto odio. ¿cómo podías tan siquiera vivir así? ¿cómo podre yo vivir ahora que cargo con tus memorias?
Y yo que te amé tanto...
Fuego sucumbía en mi, furia indomable, necesidad de corromper cada pulso en la humanidad que aun me quedaba, destrucción propia decaída por la voluntad de tus memorias, ¿sufrías tanto mi amor? ¿tanto como para envenenar de odio tu existencia?
¿Quien? ¿quien te hizo esto Elizabetha?
Ya no podía ver tus cabellos oscuros caer sobre mi, pero tu risa la escuchaba en sintonia a mi presión sanguínea, ¿te burlas de mi?. Y todas esas palabras que nunca quise decir, todos esos actos que nunca quise cometer, toda esa violencia y destrucción que me emana de lo más profundo, fuiste tú, siempre fuiste tú... me decían que había caído en la locura, pero yo lo sabía,. ni la supuesta muerte que te redimió pudo acabar con tanto odio. ¿cómo podías tan siquiera vivir así? ¿cómo podre yo vivir ahora que cargo con tus memorias?
Y yo que te amé tanto...
Sentía una cálida opresión recorriendo mi cuerpo, como electricidad fugaz calcinando mis sentidos.
‘‘Abandona todo lo que eres, lo que has sido y lo que seras. Abandónalo todo.’’ Antes no lo entendía, pero sus palabras siempre hacían eco en mi con cada acción que daba, ahora lo sé, ahora sé lo que debo hacer, salvar al ingrato reyno corrupto, a los inocentes, e incluso a los más viles, ya que a mi no había forma de salvarme, no, este era mi momento de redimirme, mi unica forma de desaparecer.
Estarás bien Darlenne. -Dijo Clarice con un tono calmo, entonces una intensa luz cego mi mirada, de pronto ella desapareció, la escuchaba llamándome lejanamente, escuchaba su voz pero no entendia sus palabras, pero finalmente lo que me recorrió fue silencio penumbral. La calidez de aquella luz penetraba mi piel tan intensamente que sentía como si quemara, pero no era dolor, era una sensación distinta que jamás había experimentado, indescriptible y sofocante, sentía como si me drenaran la voz con cada segundo que pasaba, como si me hubieran robado algo importante para mi, ya no era yo... no, "yo" había desaparecido por fin de este mundo.
El silencio agudo se volvió ruido, mis ojos recobraron la visibilidad poco a poco, vi a Clarice sonriendo aliviada hacia mi, quizé hablarle pero mi voz no obedecía, estaba demasiado agitada que solo grandes bocanadas de aire salían de mi boca, así que sólo le sonreí de vuelta con la única fuerza que le quedaba a mis musculos -¿Estas bien? - Asentí con mi cabeza y ella suspiro en alivio, su rostro mostraba una expresión de asombro, me sentía extraña en su mirada, Demian quien había estado todo este tiempo observando en la habitación se acerco a mi en cuanto Clarice termino, yo apenas me percate de su rapidez, apenas me dio tiempo de respirar de nuevo cuando me tomo del cuello de mi blusa para acercarme a él bruscamente, me observo con cuidado como jamas lo había hecho, sentía que me devoraba con cada movimiento en sus ojos, estaba tan cerca que sentía su respiración chocando con la mía pero él no se inmutaba,estaba demasiado ocupado buscando algo en mi, tomo un mechón de mis cabellos y lo olio, cuando por fin pareció encontrar lo que buscaba me alejo lentamente... ¿quién eres?
‘‘Abandona todo lo que eres, lo que has sido y lo que seras. Abandónalo todo.’’ Antes no lo entendía, pero sus palabras siempre hacían eco en mi con cada acción que daba, ahora lo sé, ahora sé lo que debo hacer, salvar al ingrato reyno corrupto, a los inocentes, e incluso a los más viles, ya que a mi no había forma de salvarme, no, este era mi momento de redimirme, mi unica forma de desaparecer.
Estarás bien Darlenne. -Dijo Clarice con un tono calmo, entonces una intensa luz cego mi mirada, de pronto ella desapareció, la escuchaba llamándome lejanamente, escuchaba su voz pero no entendia sus palabras, pero finalmente lo que me recorrió fue silencio penumbral. La calidez de aquella luz penetraba mi piel tan intensamente que sentía como si quemara, pero no era dolor, era una sensación distinta que jamás había experimentado, indescriptible y sofocante, sentía como si me drenaran la voz con cada segundo que pasaba, como si me hubieran robado algo importante para mi, ya no era yo... no, "yo" había desaparecido por fin de este mundo.
El silencio agudo se volvió ruido, mis ojos recobraron la visibilidad poco a poco, vi a Clarice sonriendo aliviada hacia mi, quizé hablarle pero mi voz no obedecía, estaba demasiado agitada que solo grandes bocanadas de aire salían de mi boca, así que sólo le sonreí de vuelta con la única fuerza que le quedaba a mis musculos -¿Estas bien? - Asentí con mi cabeza y ella suspiro en alivio, su rostro mostraba una expresión de asombro, me sentía extraña en su mirada, Demian quien había estado todo este tiempo observando en la habitación se acerco a mi en cuanto Clarice termino, yo apenas me percate de su rapidez, apenas me dio tiempo de respirar de nuevo cuando me tomo del cuello de mi blusa para acercarme a él bruscamente, me observo con cuidado como jamas lo había hecho, sentía que me devoraba con cada movimiento en sus ojos, estaba tan cerca que sentía su respiración chocando con la mía pero él no se inmutaba,estaba demasiado ocupado buscando algo en mi, tomo un mechón de mis cabellos y lo olio, cuando por fin pareció encontrar lo que buscaba me alejo lentamente... ¿quién eres?
Eres tan dulce, desbordante, te olvidé en mis días, tu sensación cálida, tu presencia que es adicción a mis penumbras, si me abrazas despierto de toda memoria olvidada, cada sensación, recuerdo.
No estoy sola, no tengo miedo, tú has venido a mi otra vez, y todo se ha desvanecido, en mi adicción por ti, por no querer dejar de escucharte nunca, sé que me necesitas, me necesitas para vivir.
No estoy sola, no tengo miedo, tú has venido a mi otra vez, y todo se ha desvanecido, en mi adicción por ti, por no querer dejar de escucharte nunca, sé que me necesitas, me necesitas para vivir.
21
No quiero corromper tu existencia con mi inarmónico sonido, jamas suficiente, jamas digno. Quiero que sigas danzando, aquí, allá, en los estragos de mi mente y mis recuerdos.
Los fármacos mantienen al ejercito opositor tranquilo, sedado, llegas tú cantando un himno de esperanza vertido en la omnipotencia de un Dios misericordioso, de una madre dulce, hablas de grandeza eterna entre los escombros de la mortalidad, de la existencia tortuosa que llegara a su fin.
Pero no puedo ayudarte más, cada vez que recuerdo se apaga mi deseo de vivir. Lo jovenes que soliamos ser, la inocencia y la esperanza redundante, el anhelo dulce y puro que nunca volverá, ser mayor corrompio no sólo mis sentidos, sino me hizo darme cuenta de cuanto habia perdido, pero el tiempo no responde, tú no respondes más....
No quiero corromper tu existencia con mi inarmónico sonido, jamas suficiente, jamas digno. Quiero que sigas danzando, aquí, allá, en los estragos de mi mente y mis recuerdos.
Los fármacos mantienen al ejercito opositor tranquilo, sedado, llegas tú cantando un himno de esperanza vertido en la omnipotencia de un Dios misericordioso, de una madre dulce, hablas de grandeza eterna entre los escombros de la mortalidad, de la existencia tortuosa que llegara a su fin.
Pero no puedo ayudarte más, cada vez que recuerdo se apaga mi deseo de vivir. Lo jovenes que soliamos ser, la inocencia y la esperanza redundante, el anhelo dulce y puro que nunca volverá, ser mayor corrompio no sólo mis sentidos, sino me hizo darme cuenta de cuanto habia perdido, pero el tiempo no responde, tú no respondes más....
2014年4月9日水曜日
I see us growing old, watch us growing old, growing...
Para mi nunca fue cobardía, hablar de quien cometía lo innombrable, una barbarie, una insensatez. Jamás juzgue.
Aquellas personas, buenas o malas, ¿eran realmente cobardes?, ¿qué puede estar tan mal?, ¿qué puede distorsionarlos o perturba tanto? Siempre lo pensé así, preguntándome más que juzgar, ¿qué podía atormentar tanto a alguien para llevarlo a ese limite?, ese limite donde no hay regreso.
Porque supongo así fui desde niña, desde mis nueve años cuando conocí la presencia de aquel ángel que según la mayoría devasta vidas, pero que sin embargo para algunos da paz. Alguien me dijo una vez, quizá mi madre, que algún día volvería a encontrarme con cada vida que nos ha dejado, que podría saludar otra vez su espíritu, escuchar la voz eterna de un cantar... Aquel día no solo cambio mi visión para siempre, si no que surgió en mi un descomunal deseo, un suplicio que a la vez dio esperanza a mi existir.
Y conforme crecía, conforme aprendía más, una venda se quitaba de mis ojos... Lo sabía, lo entendía esta vez, mi deseo de paz crecía conforme mi ignorancia se drenaba, y con él, mi deseo de morir también.
Para mi nunca fue cobardía, hablar de quien cometía lo innombrable, una barbarie, una insensatez. Jamás juzgue.
Aquellas personas, buenas o malas, ¿eran realmente cobardes?, ¿qué puede estar tan mal?, ¿qué puede distorsionarlos o perturba tanto? Siempre lo pensé así, preguntándome más que juzgar, ¿qué podía atormentar tanto a alguien para llevarlo a ese limite?, ese limite donde no hay regreso.
Porque supongo así fui desde niña, desde mis nueve años cuando conocí la presencia de aquel ángel que según la mayoría devasta vidas, pero que sin embargo para algunos da paz. Alguien me dijo una vez, quizá mi madre, que algún día volvería a encontrarme con cada vida que nos ha dejado, que podría saludar otra vez su espíritu, escuchar la voz eterna de un cantar... Aquel día no solo cambio mi visión para siempre, si no que surgió en mi un descomunal deseo, un suplicio que a la vez dio esperanza a mi existir.
Y conforme crecía, conforme aprendía más, una venda se quitaba de mis ojos... Lo sabía, lo entendía esta vez, mi deseo de paz crecía conforme mi ignorancia se drenaba, y con él, mi deseo de morir también.
‘‘Descanse en paz tu dolorosa alma’’
2014年2月23日日曜日
‘‘Here comes a gale, a crippling anger.’’
Febrero 6.
‘‘Pater Noster qui es in caelis’’
Las voces no se callan nunca, gritan y susurran palabras que cualquiera que escuchase caería en una catatonia, una locura descomunal. Siento un vacío en mi pecho, ausencia de un futuro o un milagro, he perdido después de tanto implorar mi fe. Dicen que mi corazón late lento, pero yo siento mi pulso como una ráfaga, triturando cada sentido en mi. Es entonces que me doy cuenta, ha nacido un nuevo inquisidor, corrupto este reinó al placer de unos cuantos.
Febrero 11.
‘‘Sanctificétur nomen Tuum’’
‘‘Sanctificétur nomen Tuum’’
Entre todas las voces que atormentan mi trastorno, hay una que nunca adolece, femenina y ruidosa, revuelca mi cabeza con el mismo huracán de pensamientos que he tenido desde aquel momento en mi niñez, pero uno siempre precede en su desgracia; el deseo de morir.
A veces grita al unísono con las demás degradando mi valentía, haciéndome sentir nada, sin valía, y yo la odio más que a mí misma porque son sus ojos mi reflejo, quiero que se silencie para siempre, erradicarla de por vida para que nunca resurja, matarla con violencia o ignorarla con crueldad, entonces cesa y viene la falsa paz, y me doy cuenta entonces que he despertado de nuevo.
Febrero 15.
‘‘Adveniat Regnum Tuum’’
Otra voz entre tantas, me invita al mismo lugar, me incita al sueño eterno, sólo que a diferencia de las otras es dulce y placentera, como un sueño endeble, me convence o me dejo convencer por sus palabras, "Se una buena niña" me dice en mi compulsión. Guardo mis cosas, limpio, ordeno, me pierdo en mi cotidianidad tan simple y tan meticulosamente para así no escuchar, ignorar y mantenerme alejada, pero ella espera por mi cuando la soledad me embarga, siempre me lo dice cuando la encuentro o ella me encuentra a mi, "No sentirás nada, sólo paz y silencio para la eternidad."
Febrero 19.
‘‘Fiat volúntas tua sicut in caelo et in terra.’’
Confieso estar tan cansada que he pensado en reunirme con ella, que me arrastré para siempre, porque a diferencia de las otras, no es brusca, es suave y ligera, como un réquiem, me atrapa y embriaga entre su decadencia, y si no fuera por cobarde la complacería al final. "Se una buena niña y ven conmigo, no sufras." Dice que si no voy con ella, las otras voces, el ruido y la violencia, tarde o temprano me carcomerán, no se habrá significado nada entonces este suplicio. "Tú no quieres vivir de esta forma." dice ella que el silencio y el olvido eterno es lo mejor para mi, que es cálido como su voz, como un andante sinfónico, que nunca estaré sola porque nunca lo sentiré, mientras ella me sostenga, el tiempo perecerá. Y es cuando guardan silencio que entiendo lo que en esos sonidos fabrican, ellas dicen que nadie vendrá a salvarme, que huir o levantarme por mi misma es lo mejor, algunas cuentan historias de como realmente nunca importo mi decadencia y otras casi me han convencido de dudar de esta realidad, de odiar todo con tanto fervor como las odio a ellas.
Febrero 21.
‘‘Sed libera nos a malo...’’
Al final sólo la muerte las acallara a todas, sólo su misericordia me dará paz, pero mi deseo de reunirme con ella no es suficiente, tengo que encontrar alguna forma… ¿cómo puedo hacer tal cosa?
Mi peor maldición en este mar de pesadumbre es saberme cuerda de razón entre tanta locura insana, me doy cuenta de todo, distorsionen mi realidad o no, son ellas contra mi, siempre lo ha sido así, espíritus que no alcanzan mi comprensión o quizá tan sólo algún estrago de un estado mental.
Pero una cosa es segura, mientras viva, mientras tenga esta enfermedad, jamás estaré bien...
2014年2月19日水曜日
Junio 6;
Por supuesto que me doy cuenta que estoy siendo una desconsiderada, una maldita, una errante, y créeme que aunque sienta falso odio externo corromperme, me odiaré siempre más a mi misma por todas mis demencias... ¿podría yo de alguna forma enmendar mis pecados?, ¿cómo podre pedir perdón?, ¿es necesario hacerlo en primer lugar?
2014年2月13日木曜日
The shadow sea.
Abril 33: Tornado lapislázuli.
‘‘Fabricamos emociones que se convierten en responsabilidad.’’
Estaba tal vez deprimida o iracunda, pero errante, siempre errante. Tu voz de niña se sofocaba como un tormento, tan sólo para halar un suspiro forjado por un mar de insensatez y desespero, estaban las burlas de una reina dañada pero inquebrantable y los sollozos de un sueño fragmentado, no había dolor más amargo para ti que la perdida de la esperanza y no existía dolor más perpetuo para nosotros que el descenso eterno de tu mirada.
2014年2月3日月曜日
This constant yearning for great love and learning.
Amabas el cielo, índigo, inquebrantable, excelso; y al reflejo de tus ojos los amaba un caminante, una muchacha de largos cabellos y un ejercito deambulaste en el jardín de tus sueños.
Decías que aunque fuera sincero su interés nunca te amaron realmente por quien eras, te amaron por quien podrías llegar a ser para ellos. Su gusto, amor, obseción egoísta, o como quieras llamarlo, traspaso tus barreras aprisionandote como una muñeca; intocable, hermosa, encantadora, danzante.
Ellos te destruyeron mi amor, y lo sabes, a nadie realmente le importo tu dolor, tu preocupación, tu desespero, mientras pudieras seguir de tal forma que los complacieras, siempre serías su tesoro mas preciado. Matarían incluso por estar cerca de ti, escuchar tu voz, tocar tu espíritu. Pero yo, a diferencia de ellos, no fui engañado por ti, y aunque estoy muriendo entre tus ojos, sabes que jamás caería por un beso tuyo, jamás te ataría entre tanto mal...
¿Te causa estragos mi amor?
¿Todo este encanto que nunca deseaste tener?
‘‘Era difícil, -dijo ella- siempre fue difícil, sonreirle a todo el mundo, cuidar las palabras que emanaban de mi pecho, privar mi propia libertad por el bien ajeno... Al final, no sólo me consumían estos demonios, me consumía la misma humanidad.’’
2014年1月31日金曜日
But I still have to go, I've got to go, so here I go...
Lo sentía caer, la tierra fría cubriendo mi piel, tus ojos que me miraron por ultima vez, me di cuenta que nunca jamas podría volver a ver el universo en mis memorias, mi nombre que en tu boca vivía como un suspiro, tu recuerdo que fue el sentido de mi vida, y lo sera siempre aún después de la inexistente esperanza que nos recorría.
No puedo volver ahí, algo en mi no puede volver ahí, siento como si hubiera muerto en algún momento y recurro a ti siempre que me he agotado a mi misma de buscar humanidad, porque tú eres la única que me escucha con tal dulzura, en tu mirada encuentro sosiego y paz como cuando era niña, sabes madre mía que siempre te amaré... siempre seras todo para mi, música desde un allegro a un adagio, arte pura e infinita, tú me recuerdas quien soy o quien solía ser hoy que me he perdido tanto... ¿Sabes? estoy profundamente triste, todas mis inseguridades del pasado, mi dolor, mi depresión que era un peso con cada respiración, todo parece tan lejano, pero sabes que siempre ocupo gran parte de mi mente tal como plomo en mi corazón, pero yo seguía aquí para demostrar algo de lo que no estaba segura, aún no lo estoy, y cuando vuelvo al pasado de tus ojos, cuando vuelvo a mi profunda agonía me doy cuenta que todo es tan distinto y me asusta, no sé como sentirme al darme cuenta como poco a poco se destiño mi humanidad, era miserable pero aún podía sentir tan profundamente, tenía palabras, tenía luz, pero ahora sólo mis lagrimas caen cuando pienso en ti, porque sólo tú me recuerdas que aun estoy viva, a veces soy feliz pero ya nada significa nada; mi rostro, mi cuerpo, ya ni siquiera me odio tanto como antes porque sé que al final no significara nada, sé que cambiare de pensamientos, que mis ojos se irán cansando cada día a día más y que puede que mi mirada ya no sean tan brillante, a veces no sé porque sigo respirando, yo tan errante, sintiéndome indeseable, culpable por anhelar con tanto desespero el día en que no pueda más despertar, seguro tú si pudieras vivir harías algo mejor con esta vida... Mi amor por ti es lo único que me mantiene unida a esa parte de mi alma que se destrozo por completo, lo único que he amado de mi, estoy tan rota que me cuesta recordar, no siento tanta dicha, ni tanto dolor, solo una tristeza que parecería infinita, he perdido mucho y no se como explicarle a las personas que algo esta mal en mi, pero me bastaría solo con que respetaran mi duelo, ya ni siquiera quiero palabras de nadie o un abrazo, no quiero hablar con nadie porque las palabras ya no fluyen en mi, me paralizo y tan sólo se quedan atrapadas en algún lugar o desaparecen, a veces ni siquiera puedo decirme a mi misma que ocurre, incluso de temas mundanos me cuesta hablarles, ellos también creen que los abandone, piensan que ya no los quiero más o no me importan, pero lo que realmente no saben es que a quien abandone fue a mi misma, y si hoy escribo esto es tan sólo porque algo en mi se ha perdido y creo sólo poder encontrarlo en el sosiego de tu memoria, y quiero que sepas que a pesar de todo al final siempre sonrió como tú me dijiste lo hiciera, siempre... Porque todo lo que me dijiste en vida, todo lo que hiciste por mi y por todos, toda tu existencia completa y tu recuerdo, es lo más sagrado que tengo, lo único que me queda al final...
登録:
投稿 (Atom)