2012年4月11日水曜日

nigromancia



Mil alabanzas al cielo, cien descensos, no había manera de volver al punto inicial, era demasiado tarde, mi inocencia se había perdido junto a tu mirar, al igual que a mis recuerdos y la grandeza de mi alma, bajo el mismo cielo que me te vio nacer, en la misma tierra que te vio caer y que hoy esta envuelta en desgracia.
Te veo a través del cristalino mapa de mis ojos, sentado en la ventana sin decirme nada, no sé que piensas ni en que sueñas, sólo sé que estas ahí cada día sin falta, inmutable.. etéreo.. simple.. eterno.

Me gusta verte, pero no lo suficiente, me gusta contemplarte, pero no perderme, me gustas tú, y tu belleza eminente.
Quiero que despiertes, quiero que me tientes, pero para mi tu profundo silencio es mas que suficiente, y me duele, me duele tu mirada indescifrable que me golpea como un millón de preguntas calcinantes, te lo juro amor mio, duele en lo más profundo este suplicio, esta pasión insostenible, este eterno martirio, pero son tus ojos causantes de mi locura, lo que más amo y venero en este mundo, y ni mil cielos, ni mil infiernos, pueden quitarme este amor y este consuelo que me causa pensar en ti y el hermoso sosiego que me otorgas, ante la tristeza y la decadencia de mi alma y del mundo que me vio nacer.


-14 de agosto de 1926

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