Pour mon bien-aimé.

Dedicado a mí amada “Kingu”

Lo conocí un 29 de diciembre…

-Yuu… -Me dijo con voz tenue mientras se aferraba a mí con tal fuerza e inquietud que me era imposible no notarlo- Debo pedirte algo, por favor, escucha. –Baje mi mirada un tanto intrigado, solo podía verlo con poca calma recargar su rostro en mi pecho-

-¿Qué sucede Kai? –Le dije tratando de llamar la atención de su mirada intranquila –

-Yo… yo quería pedirte algo. –Enuncio un tanto retraído mientras cerraba ambos ojos con fuerza-

-¿Y qué es? Puedes pedirme lo que sea.

-¿Lo que sea? ¿De verdad… puedo? –Abrió sus ojos con rapidez y enseguida dirigió su mirada un tanto ansiosa hacia mi- Yo… Yuu, yo… -Sus ojos se humedecieron en un acto casi sublime, la melancolía que percibía de él era algo que definitivamente yo no podía ignorar-

-Kai, podemos dejar esto para después, no tienes que forzarte demasiado, todo está bien. -Bese con delicadeza su frente, lo abrase despacio, no me importaba mucho si estaba bien o no hacerlo, sólo deseaba en ese momento detener por completo, o por lo menos hacer un poco menos su aparente tristeza-

-¡NO! No puedo dejarlo para después, no lo entiendes Yuu, ¡No lo estas tomando enserio! –Un tono de molestia falsa salía de su voz al decir esas palabras, pude ver una lágrima recorrer su rostro ruborizado, pero él enseguida la seco con brusquedad mientras apartaba su cuerpo del mío-

-Eso piensas, está bien. –Sabía que no debía ser tan amable con él, siempre que lo era de una manera contraproducente todo salía mal, me aparte de su lado y acomode algunos de mis cabellos que obstruían mi vista, él solo me observo como si esperara una respuesta, no lograba entender aún después de todo su forma tan peculiar de expresarse-

-Y-Yuu.. ¡YUU! -Sus ojos de hermoso color me miraron con desconcierte, no sabía con certitud lo que él trataba de hacer, lo observe fingiendo desinterés de sus palabras, fue entonces cuando guardo silencio por un momento, su mirada se había tornado decadente- Yo…

-…No tengo tiempo para esto. –Enseguida di la media vuelta y caminé con pasos muy poco apresurados hacia la dirección contraria en la que él se encontraba-

-YO… Por favor… -Sentí de pronto cómo jalo con muy poca fuerza de mi mano, como si quisiera pedirme con poca notoriedad que no me alejara- Nunca… nunca me dejes solo, por favor…

-¿Qué? – Exprese con sombro al mismo tiempo que voltee mi cuerpo hacia él-

-Nunca... nunca me olvides… -Su tono de voz era cada vez más ligero que casi podía pasar desapercibido, fue entonces cuando logre percibir lagrimas brotar de sus apacibles ojos–

-Kai… -Por primera vez en mi vida no sabía que decir, el verlo de esa forma me había desconcertado completamente-

-Está bien, no tienes que decirme nada, discúlpame, soy muy insensato contigo. –Dijo mientras trataba de disimular sus lagrimas sin mucho éxito – Es solo que yo… yo en verdad… -No deje terminar aquello que iba a decirme, coloque mi dedo índice sobre sus delicados labios carmesí, él solo me miro extrañado mientras limpiaba el rastro que sus lagrimas habían dejado en sus mejillas-

– ¿…Te he dicho antes que eres muy elusivo?

-Muchas veces. –Una imperceptible sonrisa inevitablemente se dibujo en mi rostro-

-¡Oh, Yuu! –Sus brazos se entrelazaron alrededor de mi cuerpo una vez más, pero esta vez con más fuerza que antes- Por favor, hazme una promesa. –Me dijo con un tono serio, algo muy extraño en él -

-¿Una promesa? ¿Eso era lo que tanto me querías pedir? –El acertó con el rostro, su mirada era completamente distinta, una mezcla ingenua de esperanza y temor-

-Sí, una promesa. –Reitero-

-Y bien, ¿Qué quieres que te prometa?

-Yo… bueno… -Podía notar con mucha facilidad la dificultad que tenía para terminar lo que trataba de decir, pero aún así se reusaba a dar marcha atrás-

-Kai, de verdad no… -Apenas pude pronunciar esto cuándo él fue ahora quien interrumpía mis palabras-

-Nunca… promete que nunca te olvidaras de mi, ¡Promételo Yuu! –Parecía que él hablaba enserio, sólo pude mirarlo admirado, las palabras no salían de mi boca, era como si algo le impidiera a mi voz salir- Promete que aunque yo no sea lo que tú esperas, que aunque todo esto sea una farsa, aunque todo esto sea incorrecto, que si algún día ya no te volviera a ver, promete que nunca me olvidaras, que nunca olvidaras este momento, que nunca olvidaras lo tanto que yo… -Guardo silencio para después continuar- Lo tanto que yo… te amo… -Fue como si algo golpeara fuertemente mi pecho, no podía asimilar sus palabras, no, era demasiado…- Necesito… necesito escuchar de tus labios la realización de esta promesa… por favor, nunca me olvides, que yo nunca te olvidaré… -Su voz fue con cada palabra más sutil, un profundo silencio invadía aquella habitación cerrada, él me miraba con tanta dulzura única, que me era imposible no adorarlo, fue entonces cuando ya no me quedo ninguna duda de mis sentimientos hacía él, yo también lo amaba con demasiada fuerza que me era indescriptible, tenía frente a mis ojos al ser más sublime y hermoso de este mundo-

-¿Esa era tu preocupación? Ja… Kai en verdad no dejas de sorprenderme. –Lo mire sonriente mientras me preguntaba si esa no había sido una respuesta muy brusca de mi parte-

-Lo siento, pero yo no soy tan frío como tú… -Dijo mientras desviaba su mirada-

-¿Frio? ¿Yo? ¿De qué hablas?

-¡…Yuu! Lo estás haciendo de nuevo, ¡Estas siendo elusivo conmigo! –Sin dejar de abrazarme se aparto un poco de mi, y su mirada fija recayó en la mía sin titubear- Respóndeme… -Me pidió en un tono suplicante-

-¿Quieres mi respuesta? Está bien, la tendrás. –Observe cuidadosamente su expresión y tome delicadamente su mentón para levantar con esto su mirada, aquella mirada que tanto amaba, lo acerque sutilmente a mí y sin poder pronunciar palabra alguna me observo con cierto desconcierte que era obvio en su rostro que se ruborizaba cada vez más que la distancia entre él y yo disminuía– Mi respuesta…

-Yuu… -Sus palabras fueron cortadas de golpe, mi respiración se detuvo, la realización de un beso casi sublime se había efectuado, con extremo cuidado besé aquellos labios que tanto añoraba, tan dulces… tan suaves… era el sabor más ameno que jamás haya experimentado antes, estaba extasiado ante tal sensación y sé que él también, fue como si el tiempo se detuviera para nosotros en ese instante, ahí mismo sin vacilar, el silencio se hizo cada vez más vasto en aquella habitación, no existía nada mas en el mundo, solo él. Podía sentirlo tan cerca y tan mío, el dulce placer de sus labios me invitaba ciegamente a una penumbra de insensatez y era ese sentimiento el que se apoderaba cada vez mas de mí que casi podía sentir como perdía la cordura, no lo quería dejar nunca, no, yo no podía dejarlo, me era imposible, tenía un infinito miedo al tiempo, no deseaba que los segundos pasaran, no deseaba que ese instante terminara jamás, pero me fue imposible de cumplir aquel deseo. Entrecruzo sus brazos a mi cuello y me aferro con más fuerza hacia él, podía sentir su miedo y desesperación así como su dicha y entereza, él tampoco quería que aquel momento llegara a su fin, estoy seguro de eso, pero como lo dije antes, eso fue imposible, el tiempo continúo corriendo, y al final la necesidad ineludible de tomar un poco de aliento causo que retirara sus labios de los míos, suspiro profundamente y postro su inquisitiva mirada en mí, yo había sido cautivado completamente-

-Lo prometo… -Le susurre al oído, me encontraba tan cerca de él, tan cerca que podía sentir su respiración calidad desvariar todos mis sentidos- Prometo que te recordaré cada día sin falta… por el resto de mi vida.

-Es una promesa.… –Concluyo para después besarme dulcemente cerca de los labios- Y yo creeré en nuestra promesa, porque te amo… -Al escuchar esas palabras mi respiración se corto y creo que mis ojos se humedecieron, no estoy seguro del todo, él me sonrió levemente, con una sonrisa esperanzada que cambiaba todo, su mirada era tenue y su voz casi nula, limpio las lagrimas que de sus ojos invariablemente comenzaron a brotar, y acaricio mi rostro de una manera casi eminente mientras me obsequiaba la más bellas de las sonrisas, fue entonces quizá cuando por primera vez en mucho tiempo deje caer una lagrima de mis oscuros ojos- Oh, ¿Pero qué sucede Yuu? – Me dijo al notar aquel suceso- ¿Estas llorando? Pensé que tú no podías llorar. –Soltó una risa burlesca y no dejo en todo el tiempo de mirarme incitantemente-

- Sólo… sólo por esta vez pasaré por alto esto. –Le dije un poco intimidado, aunque tratara de fingir molestia por sus comentarios tan inapropiados, algo en mi me lo impedía por completo-

-Yuu… -Sus ojos me miraron curiosos y después volvió a sonreír- Me siento feliz…

-Si tú te sientes feliz, es más que suficiente para mí.

-¿Ahora ya no trataras de negar tus sentimientos? ¿Verdad?

-No podría aunque quisiera. –Era cierto, me era imposible, él lo sabía muy bien y finalmente dirigió una mirada de triunfo hacia mí-

-Yo tampoco podría… -Le sonreí complacido por escuchar eso ultimo, él me observo un momento y casi enseguida de aquel acto, alzo sus brazos hacia el cielo y soltó un leve bostezo- Ah… me ha dado mucho sueño de pronto.

-Deberías descansar. –Le sugerí-

-¡Pe-pero no quiero dormir! Si lo hago… ya no podre verte… -Guardo silencio mientras la expresión de inquietud volvía pausadamente a su rostro- Tengo miedo… de que al despertar ya no pueda verte.

-Podrás verme al despertar.

-¿En verdad estarás a mi lado?

- Lo prometo.

-¿Me esperaras aunque mi sueño sea muy largo?

-Te esperare por siempre si es necesario.

-Entonces… entonces ya no tengo más miedo de cerrar los ojos. –Dijo con una sonrisa discreta- Porque ahora tengo la esperanza de que volveré a verte… -Concluyo y su frágil cuerpo se desvaneció entre mis brazos desplomando belleza absoluta, sus párpados se plegaron de una forma casi ineludible y esplendida, ocultándome así, sus ojos de hermoso color índigo. Acaricie tenuemente sus suaves cabellos claros, el verlo tan sereno y apacible, ajeno a cualquier clase de inquietud, me fue en verdad conmovedor-

-Ya no tienes que preocuparte más, yo recibiré todo lo que pueda dañarte, es así lo mucho que te amo. –Lo abrasé delicadamente, las dudas en mi corazón se despejaron una a una con la luz nítida que traspasaba mis pensamientos cada vez que lo veía, ya no podía ser manipulado por aquel sentimiento de ambivalencia. Sus palabras resonaban en mi mente como una suave melodía, en ese momento dio inicio el final de un bello romance y el principio de una hermosa promesa-

“No me olvides que yo jamás te olvidare”

No he vuelto a escuchar su voz desde entonces, no he vuelto a ver su hermosa sonrisa desbordante de interminable belleza, aquellas palabras únicas que me dedico no las he vuelto a escuchar nunca. Pero sé que algún día volverá, lo sé, él volverá y de nuevo podre ser cautivado por aquella mirada de ensueño que tanto amo, escucharé su voz una vez más, aquella voz de la que he sido privado, la suspicacia de mis deseos será rechaza, porque tengo la ESPERANZA de que algún día y en algún lugar… nos volveremos a encontrar. -ÉL REGRESARA.

Y mientras tanto yo seguiré recordándolo cada día sin falta por el resto de mi vida…
Gracias, ahora soy aunque sea un poco más feliz.


"Recordaré eternamente, tu sonrisa en mi corazón"

-Es una promesa. ¿Verdad?

Tous les jours sans faute, pour le reste de ma vie. C'est une promesse, mon amour..❤

-Yuu

--------------------------------------

✩Música: Scarlet Majesty - LAREINE

Me había hecho una promesa de escribir algo antes de que acabara el año y listo!

Este "escrito" esta basado en un hecho real.
Los nombres originales fueron cambiados para no herir la sensibilidad de algunas personas. (?)

cof cof
Ni siquiera es tan bueno, pero me desvele haciéndolo con dedicación.
Desearía tener talento de verdad, e_e


Gracias por leer. (Que no creo que lo hayan hecho) (:


-Kanon

Ah, je suis en attente pour vous.