2014年12月24日水曜日

Don't break me down, I've been traveling too long, I've been trying too hard...


I got a war on my mind


All the pretty stars shine for you, my love, am I the girl that you dream of?
All those little times you said that I'm your girl, you make me feel like your whole world.
I'll wait for you, that's all I do, don't come through, you never do.

Don't say you need me when you're leaving, you leave again, don't say you need me then, you leave last, you're leaving, I can't do it, I can't do it, but you do it best.


Pero sin embargo y ante todo, debo darme cuenta, de que nada abastece tanto mi sentir como lo has hecho tú siempre. De una razón más tangible de la que llevase a cualquier ser humano a permanecer absuelto en los días y el bienestar que les infunde la profecía apresurada del futuro. Estar rodeado a sí mismo, de mentes cabalmente ignorantes de aquel idioma confeccionado para amedrentar la pasión y el sentir que la humanidad ha expresado durante años, incluso revocando a su propio nacimiento. Esa liturgia que otorga redención y educación a aquellos que aparentemente lo tienen todo o quienes no poseen nada, esa madre que no juzga jamás a quién la adora y procura.

 En palabras más sensibles y menos elaboradas, confesar ante la inmesurada conmoción que me exprime el alma que te he extraño y deseado siempre, como a nadie y como a nada. Con lagrimas y sollozos, desprecios y agonías, pero más que nada, paz y pasión inherente. Nadie me conmueve tanto como tú, ni tampoco nadie me hace cuestionar de esta forma mi posición en este mundo. ¿Podría yo vivir ignorando este amor que me palpita con tanta fuerza? ¿traicionar a mi propio espíritu en el olvido evocado en tu solo nombre eminente?, o aceptar por fin que sin ti mi vida pierde su gracia, brillo y sensatez, y se convierte tristemente en nada especial.

 Y Orfeo decía: ‘‘¿Que hare sin Euridice? ¿A dónde iré sin mi amor?’’

 Lo mismo me pregunto de ti, suplicando a Dios que no te aparte de mi nunca, como último deseo incluso lo ruego e imploro, apiádate de esta alma de quien su único vinculo a la eternidad eres tú, el único y más hermoso recuerdo de dicha, el énfasis de una muerte prematura y el renacimiento del ser; Lo más cercano a la divinidad y a un dios piadoso. 

 Permíteme vivir con este recuerdo hermoso que es tu voz, tu enseñanza, tu trascendencia que se quedo plasmada profundamente en mi y en el mismo universo. Y aún también egoísta y vehementemente, deseo con tanto ímpetu ser yo quien trascienda en ti, no morir en tu olvido ni en la ingratitud, tampoco desfallecer en la demencia incierta que eso conlleva, ser reconocido por un instante en tus ojos, dulces e inmortales, secuéstrame una vez más y no me dejes libre nunca de tu encanto, porque ese día que tu canto no me alcance más y tu mirada me rechace, decaerá en mi todo fragmento de virtud y esperanza; Me habré convertido así, en un desdichado más que adolece el error de jamás haber conocido en su vida, la bendición del arte.


Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra. 


 Esta es la última vez que ruego por ti.


2014年12月20日土曜日

Había un deshielo dentro de mi, ...
Pero yo juzgue a mi sucesor, tanto como fui juzgada yo, sin detenerme un momento a pensar en mis acciones.

Se entrelazo la historia en mis manos, y a ti que adoré con tanto fervor, te desprecio con violento olvido.  Nada puede hacerme daño si no finjo cortesía, porque las palabras están gastadas al igual que mi agonía.

Es absurdo el recordar quien solía ser, porque el luto que me embarga no toca fondo ni muere atormentado nunca.

La he matado

Porque quizá no la cuide bien, o porque quizá la cuide demasiado, entre el alcohol y los químicos se corrompió su voluntad, ¿revolución lapislázuli? ¿a dónde se ha ido tu hija?. La mate, la matamos, entre tú y yo, cómplice de mi silencio, violentaste su existencia de turquesa a carmín

Algunas veces con cada mes que pasa recuerdo su voz, sus ideas, su juventud. De luto esta mi vida sin la causante de mi amor, vacía mi existencia ingrata, solemne e insensata. Pero nadie la recuerda, fue pasajera, dejo un estrago en mi, ahogándome a voluntad, la mujer más hermosa de sublime andar.

Ahora que no está, la recuerdo en su música, en su arte obsoleto. Escucho en mi enajenación su presencia, pero no soy más que un imitador de su existencia. ¿Volverás?, ¿u otra vez tendré que sufrir este amargo duelo?, ¿estás ahora por fin feliz? junto a mi madre en el cielo, ¿sonríes más? ¿cómo es allá? ¿es cómo lo anhelabas, cómo lo imaginamos?


Si por fin tienes paz, entonces te dejaré ir, y rogaré al cielo que por favor no vuelvas jamás a este infierno. Sé feliz mi amor.


Me hacían sentir un poco hermosa, un poco comprendida. Apegada tanto a un síntoma más que a la misma enfermedad, un recordatorio de mi humanidad, de mi demencia hueca. Un espasmo en mi albedrío, adicta del olvido. Cuando las veía adornando mi piel, de rosas carmín o galaxias infinitas, me sentía tranquila cubierta del manto falso que me brindaba el conocimiento de saber que no era estúpida como decían algunos, más bien estaba enferma o un poco incomprendida. "No seas tonta" ni siquiera sabía si lo era, ¿desde cuándo lo soy?, ¿desde cuándo estar alterada, enferma era ser tonta? Primero era tonta por llorar, ahora soy tonta por sentir. Entonces me di cuenta, tal vez no he tenido buenos amigos.
Si dios me ha abandonado, entonces le abandonaré también. 
Sólo el oprimido puede poseer la llave negra, entonces cierro todas las puertas, así sello lejos todos los rezos. 
Sin embargo, ¿quién me protege? del más terrible: de mi.