Verte desdichada me causa el más profundo estrago en el alma, vida mía, razón de mis días. ¡Ya no quiero vivir! Si esta vida que en la infancia de mis años contabas tan hermosa y bella, ahora en desgracia se ha vuelto una carga para ti. Si al despertar tu alma duele, si antes de dormir tus lagrimas te matan y si mi amor que creía basto y eterno ahora parece ya no ser para ti suficiente; Ya no quiero vivir.
Mi vida se destiñe en la esperanza que ahora ves perdida, como una paráfrasis existencial, asesina mi sosiego y celebra mi agonía. Porque has olvidado, mi amor, que yo por ti regrese del umbral de la muerte misma, por el amor que supuraba mi ser y en ti radica, porque no podría abandonarte nunca, porque preferiría vivir mil años en melancolía, pero que esos mil años sientas que mi vivir es por ti.
¿Cómo puedo yo salvarte? Si fracase en mi vida cual absurda absolución, si aún incluso me cuesta ponerme de pie y perdonarme a mi misma; ¿Cómo se invirtió mi papel? Sí se supone tú eras quién debía salvarme a mi... Tú, quien es la matriz de mi vida, el pensamiento primo de mi virtud, la absoluta verdad y la belleza más sublime, mi razón plena de existir.
Y si aún con todo este amor que te tengo decides que quieres dejar de existir, porque tu alma ha sido maltratada tantos años, tanto que ahora te cuesta respirar, porque no puedes ver con claridad el azul cielo y en cambio vives un infierno, si decides finalmente morir, entonces yo moriré también, yo iré siempre a tu lado vida mía...
Porque verte desdichada me rompe el corazón.. me causa la más profunda devastación que jamas se haya inscrito en el alma, no sé que hacer, ni a donde ir; Y si no puedo, mi amor, si no puedo hacer tu existencia menos densa y más grata, claramente he fracasado en esta vida.
-19 de Abril de 1907
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