Me gustan tus palabras que me liberan de penumbras, tu silencio, porque con el pareciera que tu mirada esta perdida y tu respiración es mas profunda, pero más me gusta el sonido divino que emite tu voz, contemplar el ocaso eterno en el orbe de tus ojos, como un oráculo que enmarca mi existencia a tu merced; Me gusta recordar que en mi piensas cuando estoy lejos, que este amor que guardo en ti corresponde, este amor que se inspira en tu mirar, y que por más que adolece jamas muere, jamás perece, por más que pase el tiempo, este amor que incluso se compararía en grandeza con la eternidad, con el mismo universo.
-23 de Octubre de 1893.
(Cartas a Annabel, fragmentos)
0 件のコメント:
コメントを投稿