2012年10月26日金曜日

This is the last time that I'll hold your hand.



¿Por qué eres tan distante?, ¿por qué no me cuentas tu sentir?, ¿por qué no eres más dulce y transparente conmigo?, ¿acaso no confias en mi?, quizá eres así con todo el mundo, y es probable dado como eres y por lo que has pasado, lo entiendo, pero entiendeme a mi, yo pensé.. pensaba que era un poco más especial para ti.. pensaba que todas esas palabras que te había dedicado con tanto amor, las entenderias. Pero me di cuenta que no es así, que sólo recuerdas lo que quieres recordar, que sigues guardandote todo para ti misma, o quizá, realmente no te importa y nunca te importo. No lo sé, ¿cómo voy a saberlo si no me lo dices? E igual, pierdo el tiempo preocupandome por ti, por qué quizá en primer lugar nunca me necesitaste, quizá nunca hubo nada que quisieras decirme, quizá el error era mio y de nadie más.

Pero esta al igual que muchas veces, me he cansado demasiado, aunque ahora admito que mi pensar y mi sentir es diferente, por eso..

Si esta vez huyes y te alejas de mi, no te detendre. Si lloras y no me lo dices, no me preocuparé. Si me abandonas, creeme cariño, yo te abandonaré también.

Y no me importa si piensas mal de mi, porque aunque te amo mucho, debo aprender a amarme primero a mi mismo.

Así que espero te des cuenta, que esta es la ultima vez que tomaré tu mano.


-20 de Octubre de 1914


2012年10月25日木曜日

Seven days in hell;


No es como si me importara. — Dijo algo pensativo, perdido, anestesiado por el ruido de aquel casi inexistente vendaval y el reflejo de las vidrieras que parecían sollozar al compás del viento inclemente — No, en realidad, no me podría importar menos... El mundano sentir de la humanidad, el vulgar amor que predican y sobre todo su pedestre melancolía. Se me hace burdo, una tontería sin más, por mi podrían ahogarse en su infinita penumbra de emociones; No me interesan en lo más mínimo, no me inquietan ni mucho menos me preocupan.
   ¿Entonces? — Le pregunte confusa ante tal declaración de su parte — No me lo explico, si así es como piensas, ¿entonces, por qué? ¿por qué seguir predicando falso interés hacia ellos? ¿qué ganas tú? — Él volteo su mirada hacia mi, ignorando por completo las gotas que caían dibujando extrañas figuras en el ventanal y que a él tanto le fascinaba admirar. Fue entonces que al percibir mis ojos en los suyos, hizo un semblante irónico, sorprendido, pero a la vez sereno. —
    Evidentemente eres muy inocente, ¿no es así, querida? La razón pensé que era muy obvia ante tus ojos. — Lo mire sin tener idea; nunca entendí muy bien a Demian ni sus motivos, sin embargo esta era la primera vez que cuestionaba su conducta de esta forma. — Es verdad, pareciera como si me afligiera tanto, como si fuera de mi interés, pero no olvides Darlenne, quién soy, que soy. La razón es relativamente fácil de entender teniendo en cuenta eso. Aunque deteste aceptarlo, necesito simbólicamente de ellos, por eso que requiero a partir de mi comportamiento que ellos me necesiten a mi, requiero volverme indispensable, es más fácil así perpetrar su verdadera naturaleza que ha sido corrompida desde el momento en que nacieron en este mundo, ningún humano es puro e inocente por completo y me baso de eso para obtener lo que deseo, ya que los que sucumban ante la debilidad al final serán ellos, no yo. Yo... — Pauso por un momento — Yo no soy un ser efímero como tú, soy un demonio, la sangre que me recorre el cuerpo esta maldita, es imposible y obsoleto para mi involucrar más allá de mi propia naturaleza, mis emociones, mostrarme realmente. Es absurdo y completamente demencial e insensato, ya que mi objetivo final es mas complejo y más profundo que eso. Yo sólo sirvo a mi Señor y a la merced que él me otorga. — La voz de Demian se iba haciendo cada vez más difícil de percibir conforme seguía hablando. Se desvanecía y mezclaba con la algarabía de la lluvia  haciendo eco armónico, perdía existencia. Era evidente para mi quien siempre lo vio inquebrantable, que algo le atormentaba, pero desconocía por completo en aquel momento su proceder. — ¿No crees que es eso fanatismo egocéntrico de mi parte? — Pregunto finalmente, y entonces, su mirada recayó en mi, más densa y cansada, como si le pesaran sus propias palabras, recordar sus motivos y a quien el repetidamente nombraba como su ‘‘Señor’’, su ‘Dios’’. Algo en su mirada cambiaba, algo en su esencia se podía percibir con tanta melancolía  que por un momento olvidaba que era un ser ‘‘maldito’’ como él decía, un demonio, por un momento lo veía como un igual, o quizá, como algo más puro que un simple humano en desgracia como yo, algo más excelso y divino, un ser celestial. 
   ¿Egocéntrico?  Puede que tal vez lo sea... — Le conteste — pero creo que es solemnemente necesario...



-Capitulo 16; Fragmento.

2012年10月16日火曜日



Pero a veces me gustaba contemplarte más de la cuenta, distracción absurda, ¿capricho?, ¿admiración?. No lo sé, pero no había día que pasara en el que yo no pudiera pensar en ti.


Las melodiosas notas carmín haciendo armonías extrañas en mi cabeza, la profunda tristeza que causaba el frió invierno en mi; Mi cuerpo podría morir helado en sus brazos, pero las memorias de ti no se desvanecerían nunca.. al menos no en esta época, ni en esta temporada.



-21 de Diciembre de 1903
(Diario de Roderich)





2012年10月11日木曜日

Cap. 34 

 Reprimido en los orbes de tus ojos se encontraba la clemencia de mi podrida existencia sin fe, pero si el cielo se cierra ante mi con tanta benevolencia, ¿he yo de morir bajo la luz cegadora de aquel sol? ¿o vivir en la penumbra que me regala la indulgencia?, ¿Quién soy yo, mi amor?, ¿En quién me he convertido ahora que adolezco tu perdida?, Un tirano merecedor del castigo de tu Dios? ¿O una victima más del umbral de esta vida?

2012年10月10日水曜日

Amor, sin ti en nada me desvanezco, porque a donde va tu calma, duerme mi ser.

Rosen Schwert;


Me gustan tus palabras que me liberan de penumbras, tu silencio, porque con el pareciera que tu mirada esta perdida y tu respiración es mas profunda, pero más me gusta el sonido divino que emite tu voz, contemplar el ocaso eterno en el orbe de tus ojos, como un oráculo que enmarca mi existencia a tu merced; Me gusta recordar que en mi piensas cuando estoy lejos, que este amor que guardo en ti corresponde, este amor que se inspira en tu mirar, y que por más que adolece jamas muere, jamás perece, por más que pase el tiempo, este amor que incluso se compararía en grandeza con la eternidad, con el mismo universo.



-23 de Octubre de 1893.
(Cartas a Annabel, fragmentos)