2011年11月24日木曜日

Pero yo no me estoy lamentando por ti.


23 de febrero de 1896


Un templo creado para la salvación, oh tú, misericordia eterna, inmortal es tu nombre divino y tu célica bondad, a quién hoy los miserables en busca de perdón hemos venido a adorar.
Y por eso me cautiva el hombre y todo lo que conlleva su humanidad, me cautivas tú, quién corrompió mi alma y voluntad, tú, quién consumió mis pasiones y las cubrió de infinita malignidad, tú, quién robo mi amor y se adueño de mi sensibilidad. Mirame a los ojos, ¡oh divino angel celestial!, escuchame.. detente un momento en mi a pensar.. por favor te ruego, toma todo de mi y sin dudarlo, extingueme hasta olvidar..


Y que Dios me perdone..
Porque el mismo infierno merezco, al no poder tu mirada alcanzar..



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