El pajarillo miraba triste el viento que escapaba entre los resquicios de aquella jaula, soñaba con ser así, libre de ataduras, fugaz, poder volar al cielo y desaparecer en él. Pero sus brazos pesaban eternamente, no podía ver mas allá del horrible encarcelamiento, estaba anclada también, estaba condenada al suplicio, a la espera, a la incertidumbre. Sin embargo, ella era la perla mas blanca que podía brillar en la penumbra, era pureza y sacrificio, perdonaba a aquella jaula que la destruía cuando intentaba tocarla, y limpiaba con delicada pulcritud las heridas que la marcaban, el pajarillo había olvidado la maldad del mundo que la encerró, porque solo tenia en su alma un único deseo, libertad.
"Une anagramme."
El avecilla se retorcía en la impotencia, revoloteando entre la jaula agitadamente con el fin de romperla, sus alas fueron agrietándose cada vez mas por el dolor que esto le acontecía, dejaron de ser bellas y radiantes, sin embargo al día siguiente ella perdonaba, porque no había lugar en su corazón para el rencor. El pajarillo abría sus ojos cada mañana sin falta, sus pupilas filtraban la luz del universo en un intenso suspirar, un ruido seco y desalentador surgía del umbral aun escaso que coexistía inexistente y nulo en un rincón, una alarma, un sigilo, una alerta, un amanecer.
"Un erratum."
Pensamientos transitorios inundaron su escasa lucidez y de pronto despertó al mundo de golpe. ¿Había melancolía en su existir? O quizá, tan solo resquicios predominantes del mundo inexistente. Su corazón había decaído por la llama universal del olvido, atravesando valles inmensos de palabras sordas y promesas ciegas, "¿hará tanto frió allá afuera?, ¿ podría morir?"
El avecilla pensó para si misma, sin embargo la fe erradicaba la incertidumbre:
‘‘Si abría mis ojos, un nuevo despertar, si los cerraba, la muerte.’’
"Je suis un songe."
La muchacha pasajera buscaba solo un deseo a cumplir: dejar volar libre al avecilla encarcelada. ¿Por qué? ni ella misma sabia. El templete de sus pensamientos oscilaba en lo alto del unisono sempiterno, escuchaba la armonía del Re menor inconcluso en el canto encarcelado de aquella ave, rezos y alabanzas, suplicas de piedad y olvido mismo a la vida. La muchacha de ojos cansados mostraba raspaduras por todos lados, había viajado tanto tiempo que al escuchar cantar a la esperanza en la voz de aquella ave se pregunto a si misma:
La muchacha pasajera buscaba solo un deseo a cumplir: dejar volar libre al avecilla encarcelada. ¿Por qué? ni ella misma sabia. El templete de sus pensamientos oscilaba en lo alto del unisono sempiterno, escuchaba la armonía del Re menor inconcluso en el canto encarcelado de aquella ave, rezos y alabanzas, suplicas de piedad y olvido mismo a la vida. La muchacha de ojos cansados mostraba raspaduras por todos lados, había viajado tanto tiempo que al escuchar cantar a la esperanza en la voz de aquella ave se pregunto a si misma:
"¿He sido bendecida?, ¿o es un estado más de mis delirios...?"
Estaba decidida, decidida a darle libertad.
"Un ectoplasme."
"Juste un mensonge."
"Un pléonasme."
Cuando la muchacha veía a la avecilla en tal estado, pensaba que algo en ella le recordaba a si misma, sin embargo, no reflejaba su persona, al contrario, ella era música con su canto, ella acontecía directamente al poder cambiante del universo, ella, "la avecilla", fue elegida como una manifestación del ser, una personificación poética de la mente, he ahí su protagonismo al residir en la principal fuente que decae en el inconsciente, sin ser ignorada por la razón, acogida con diplomacia, y reconocida por omisión.
"Juste un mensonge."
La muchacha de cabello azabache confeso su sentir a aquella ave al encontrarla dormida en su martirio habitual, el ave entendió entre sueños que por ahora ya no estaría en completa soledad. "Dime tu nombre avecilla" Demando la muchacha de ojos cansados pero inevitablemente fascinados.
"¿Nombre? no tengo tal cosa, soy un ave, un ave como cualquiera, un poco mal diseñada e incompleta, sin nada en especial" Respondió el avecilla.
"¿Sera que subestimarse a una misma es más doloroso que ser subestimada por alguien más? ...No lo sé, pero creo que puedo ver un compás más allá, porque para mi, tú eres única en mil mundos, tu ser ha tocado con amabilidad mi tan dañada humanidad, tu canto me deslumbra en mi vació y me habla de tiempo mejores que vendrán, estoy segura que has sido bendecida con un don divino... un don celestial."
El avecilla no entendió las palabras que le fueron dichas a primera instancia, pero podía distinguir un dulce y nuevo sentir. "Desde hoy te llamaré "Aloysia", ¿te gusta?" El avecilla sintió un calor unico recorrer su cuerpo, dejo de ser anónima, dejo de ser una más, había encontrado después de tanto tiempo, una amiga, un lugar.
"¿Nombre? no tengo tal cosa, soy un ave, un ave como cualquiera, un poco mal diseñada e incompleta, sin nada en especial" Respondió el avecilla.
"¿Sera que subestimarse a una misma es más doloroso que ser subestimada por alguien más? ...No lo sé, pero creo que puedo ver un compás más allá, porque para mi, tú eres única en mil mundos, tu ser ha tocado con amabilidad mi tan dañada humanidad, tu canto me deslumbra en mi vació y me habla de tiempo mejores que vendrán, estoy segura que has sido bendecida con un don divino... un don celestial."
El avecilla no entendió las palabras que le fueron dichas a primera instancia, pero podía distinguir un dulce y nuevo sentir. "Desde hoy te llamaré "Aloysia", ¿te gusta?" El avecilla sintió un calor unico recorrer su cuerpo, dejo de ser anónima, dejo de ser una más, había encontrado después de tanto tiempo, una amiga, un lugar.
"Un pléonasme."
Cada día sin falta a las 3:30 de la tarde, la muchacha visitaba la jaula de la avecilla, platicaban del pasado, del presente y del futuro que las acogía. El avecilla se percato de un error fatal, no sabia el nombre de ahora su nueva amiga, ella quien solo había sido programada para servir sin fallas, de la consternación olvido preguntar. "Disculpa mi torpeza, ¿pero podrías decirme tu nombre?" La muchacha contestó:
"No te disculpes, yo fui quien no lo menciono en un principio, mi nombre es "Oktavia", a veces lo olvido mencionar porque no me agrada."
Sin entender porque los humanos se conflictuaban por tal cosa, el avecilla era sincera cuando replico el gusto por el nombre de su nueva amiga, después de todo, ella hasta hace poco carecía de uno. Un poco consternada y enternecida, sentía que su amistad era un botón de una flor extraña que florecía en la luna, "Oktavia" solo venia a platicar una hora con 36 minutos cada día, pero velaba por su bienestar desde lejos esperando verla volar un día, esperando escuchar su canto envuelto en una revolucionaria libertad.
"On me dessine, on me façonne."
"Su alma de niña, su tranquilidad y lo profundo de su ser me enamoro, o más bien, me cautivó como cautiva la lluvia al artista, la música a quien padece de insensata melomania"
"Oktavia" quería proteger el quebrantado ser que "Aloysia" no mostraba nunca y se empeñaba en ocultar bajo su manto de grandeza artificial, pero que sin embargo y como magia, sus ojos lograban ver y comprenderla casi a la perfección sin necesidad de nada. "Quiero verte volar, volar lejos de esto que te oprime y no te deja respirar."
"Je vous fascine, ça vous étonne."
"Aloysia" entendía cada noche, que la idea de volar lejos de esta jaula que la ahogaba era cada vez más lejana, creía en "Oktavia" y sus palabras, pero fue más porque nadie nunca se tomo la molestia de verla más allá que una simple "ave cantora artificial" enjaulada en cubiertas de rubís, podía confiar en los colores del cielo, uno tras otro, enmendando atardeceres, creyentes y vastos. A su jaula se acercaban caminantes, viajeros que observaban como si fuera un trofeo de la humanidad su situación, así fue siempre y así a sido hasta hoy, nadie quiso ver más a fondo, a nadie le importó. Algo dentro se sembraba y ardía en un descomunal cuestionamiento subversivo, ellos lograban dirimir su existencia, hacerla burda e incapaz. Complejo de inferioridad le llamaban algunos, un estigma de descuido, cosas que tejen mentes infantes hasta colapsar en la amargura y tristeza de la "adultez", "Querido "dios", ¿tienen ellos la culpa? ¿o es mía y de nadie más?" Pensó para si misma la avecilla, y con una lagrima intrusa en sus ojos, cayo otra vez profundamente dormida.
"J'ai le coeur qui syncope."
Defecto era la sinceridad más nítida, la cruel amabilidad que desconfiaba no solo de si misma, si no de quien en la avecilla los ojos posaba, con interés, con desprecio, con curiosidad. "Aloysia" no entendía hasta ese momento, rogaba al cielo o a un ser divino que apagase su existir sin sentido para siempre, creía que al encontrarse con un ser de gran misericordia, quién mentía sería la inherencia de su existencia artificial que la condeno a servir y encantar desde su nacimiento, la más grotesca manifestación de virtuosidad, universal y miserable. Una noche el avecilla soñó que "moría" en tranquilidad, que encontraba a ese "dios" abstracto en sus recuerdos y se acercaba hacia "él" con recelo, pero injusticia fue a encontrar ante el "Gran Juez", tanto para si misma como para la humanidad quien había sido condenada junto con ella en el infructuoso abismo, sin embargo y como un inesperado destello de consciencia, el demonio dio ignorancia, como una droga calmante a la opresión, y a la profunda desdicha que embargaba a cada ser y ente. "¿Debo beber de ella?, ¿o aceptar mi final?" A la mañana siguiente, el avecilla despertó, reiniciando con ello sus memorias más incautas.
"L'adrénaline me dope."
Otro día pasaba, y aunque ella despejaba en sí misma lo que los humanos llamaban duda, al final terminaba por estar sin anhelo en una jaula que la maltrataba con cada intento. En sus noches más oscuras la "avecilla" se rendía ante su verdugo, y hacía el cielo miraba débil y desvergonzada hablando delirios para si misma:
"Quiero quedarme aquí, me gustan los colores desteñidos y vivos que emana el cielo al decaer, me gusta tu voz ausente que ha dejado de buscarme desde hace tanto tiempo... ¿Podrías dejarme aquí? Olvidar que te necesito, sin culpa ni suplicio, no habrá resentimiento."
La fe que había sido mascullada tanto tiempo, se rompía cada día ante su subversivo y naciente ser, "Aloysia" entendía que nadie vendría a salvarla, que ella se tenia que salvar a si misma si quería su objetivo cumplir, sin embargo estaba débil, incapaz, no podría hacer mucho en su desdichado estado. Un día más el avecilla le hablo al cielo: "Querido "dios", nadie realmente me amo nunca, ¿verdad?, no a mi, no a "esto" que soy, solo a lo que les he dado con mi sumisión y mis sonrisas." Entre los resquicios de su mente recordó su nacimiento, libre de ataduras, cuando el cielo era basto y sin final, cuando existía la sorpresa que aguarda el futuro, y no había preocupación de fingir nada, en un arrebato ella misma le hablo a su recuerdo:
"Quiero quedarme aquí, me gustan los colores desteñidos y vivos que emana el cielo al decaer, me gusta tu voz ausente que ha dejado de buscarme desde hace tanto tiempo... ¿Podrías dejarme aquí? Olvidar que te necesito, sin culpa ni suplicio, no habrá resentimiento."
La fe que había sido mascullada tanto tiempo, se rompía cada día ante su subversivo y naciente ser, "Aloysia" entendía que nadie vendría a salvarla, que ella se tenia que salvar a si misma si quería su objetivo cumplir, sin embargo estaba débil, incapaz, no podría hacer mucho en su desdichado estado. Un día más el avecilla le hablo al cielo: "Querido "dios", nadie realmente me amo nunca, ¿verdad?, no a mi, no a "esto" que soy, solo a lo que les he dado con mi sumisión y mis sonrisas." Entre los resquicios de su mente recordó su nacimiento, libre de ataduras, cuando el cielo era basto y sin final, cuando existía la sorpresa que aguarda el futuro, y no había preocupación de fingir nada, en un arrebato ella misma le hablo a su recuerdo:
"Te amaban a ti y a tu dulce voz, amaban tus palabras, tu sonrisa, tus cabellos, amaban como los mirabas, tu forma de actuar, de pensar, de ser; pero yo indeseable, desapareceré y para siempre seré olvidada..."
"Mon coeur sussure."
"Oktavia" veía cada día con templanza a "Aloysia", soñaba romper el rubí que la apresaba, soñaba con escuchar su canto esta vez en una tonalidad mayor. Para "Oktavia" los ojos de "Aloysia" eran preciosos amaneceres dorados, con penumbras entintadas al alba dulce del candor inicial, y su talento volvía nulo a cualquier espectador, cuando "Aloysia" sonreía, se paraba el mundo entero ante su preeminencia y valentía, e incluso el mismo "dios" se detenía a contemplarla con sublime alegoría.
"Pero su corazón como mi alma estaban tan dañados, que de nada servia tan sublime regalo celestial."
Pensó tristemente con su voz cansada, pero sin falta y como si se tratara de una irracional maldición, pedía a las 6:37 de la tarde un milagro, se inclinaba y pedía la salvación, "Ruega por nosotros" Perdida en el mundo, en sus lagrimas lapislázuli, "¿qué habíamos hecho mal? ¿quien nos hizo creer que semejante ofensa a la razón era lo correcto? ¿quien nos hizo creer que al final podríamos ser entendidas por nuestra falta de malicia?" Nada justifica el acto cometido, ni las palabras, y quien no tolera más, no debe esperar tolerancia de nadie.
"Oktavia" quién por un tiempo la observo con fascinación obsesiva e irracional deseo, se acerco a ella en un impredecible y torcido giro de afectos.
"Mi vida, todos amaban cuando les sonreías, ¿verdad?, pero a tus lagrimas, tus lagrimas nadie las buscaba, nadie las quería..."
Y fue entonces que sin ninguna duda en su notable y loca devoción solo pudo pronuncia su peculiar conclusión a "Aloysia": "Si traicionar mi humanidad es la llave de tu libertad entonces ya no tengo ninguna objeción, si la humanidad me ha abandonado, yo la abandonaré también." Y entre un descomunal deseo todo se había paralizado, no existía razón lógica en ningún estrato de su corrupto cuerpo, su insaciable mente, como un sentimiento inefable se dejo caer desde lo más alto, esperando con anhelo ser recordada por aquella ave a quién le dio su amor.
"No olvides que desde ahora Tú eres el futuro, una indescriptible sensación, la más sinoptica revolución, el resultado de la más beata evolución."
"Mi vida, todos amaban cuando les sonreías, ¿verdad?, pero a tus lagrimas, tus lagrimas nadie las buscaba, nadie las quería..."
"Solo un nuevo dios podrá salvarnos."
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Bueno la otra vez te dije iría subiendo fragmentos y bocetos de la historia que estoy escribiendo, los nombres están entre comillas porque aun no me decido si serán esos sus nombres finales, soy malisima con eso, a ver si luego se me ocurre algo xd, por ahora solo son bocetos por eso pareciera no tener mucho sentido, aunque realmente ya sabes que nada de lo que escribo tiene mucha lógica a primera instancia jsjsjahsja. También las imágenes que utilice las genero la IA, son algunos personajes y escenas, le agradezco el hecho de que haya tomado mis ideas y las convirtiera en imágenes, me ayudan a tener una idea más visual de mi historia, en fin, tqmmm adiooos~
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