2011年12月29日木曜日

La conocí un mes de abril, tomo mi mano y prometió volver por mi.

Ella no era una mentira, era verdad absoluta y pura, su nombre era hermoso y casi tan perfecto como su esencia misma, ojos profundos que me embriagaban y cautivan con cada suspiro, no los puedo sacar de mi mente ni de mis memorias, no puedo estar más perdido, sólo ella podía despertarme y dejarme escapar hacia el futuro sin retorno, no me di cuenta y descuidadamente se convirtió en mi único pensamiento, en mi unico amor sincero, en el más grande acto de bondad y conmoción que pudiera sentir alguna vez. Había sido intoxicado.

Sé que escuchaba todo lo que le decía, sé que entendía cada una de mis suplicas desesperadas, pero se rehusaba a contestarme aún, nunca me regalaba sus palabras, nunca me hablaba de nada, sin embargo y como un capricho, siempre que podía majestuosa hacía presencia ante mi. La adoraba a pesar de todo en este mundo, de las reglas que me prohibían verla a sus sublimes ojos, de los pensamientos de odio, y todo lo que alguien alguna vez escribió en el prologo de esta historia sobre ella y su misera desfortuna, con antagonismo puro fue traída ante mi esperando mi rechazo al igual que todos los demás en este sueño, pero yo la amé más que nadie cuando comprendí la razón de su existencia. Ella es la dueña de todos mis deseos.

Algún día vendrá por mi y me llevara a su lado, porque sólo por ese momento en el que ella diga mi nombre, despertaré a la eternidad.


0 件のコメント: